viernes, 20 de diciembre de 2013

Paz cambiaria sólo por las fiestas

El Central logró asegurar la paz cambiaria esta semana con tres medidas clave que en el sistema esperan que duren poco: el aporte diario de dólares que hacen las cerealeras en el mercado, que ya acumula un 10% de lo prometido para liquidar a cambio de letras en pesos; la liberación dispuesta ayer sobre las ventas de bonos contra dólares que habían sido prohibidas por Guillermo Moreno en el mercado de capitales local (dólar MEP); y las intervenciones directas de la ANSES, con ventas de títulos y a través de "intermediarios" cada vez que se percibe una presión alcista sobre el tipo de cambio.


El "blue" terminó bajando ayer once centavos, a $ 9,69, en una jornada en la que el Central tuvo espacio para volver a recuperar reservas y dejar subir dos centavos el dólar oficial (a $ 6,405). Fue sólo un feliz desenlace para un día que había empezado a mostrar indicios de turbulencias en las primeras horas de negocios, y que reflejaron la desesperación que todavía persiste entre los inversores por todo aquello que huela a dólar.

Apenas abrió ayer la rueda bursátil el dólar implícito de los títulos en moneda extranjera que habían sido liberados se disparó a los $ 9,10. El plan había sido, curiosamente, que la medida sirviera para desalentar la demanda en el "blue" y bajar su valor. El momento puso inicialmente nerviosa a la ANSES, que decidió intervenir enseguida con fuertes ventas de títulos: el tipo de cambio implícito para esas operaciones se redujo rápidamente y quedó oscilando entre los $ 8,70 y los $ 8,75. Para los inversores y analistas del mercado -que prestan más atención cada vez que la sociedad de Bolsa Balanz Capital entra en acción- el plan del Gobierno es fijar un dólar financiero en ese nivel, o cercano a los $ 8,50, que alcance a atraer el dinero "en blanco" de quienes suelen estar en el "blue".

En Boden 2015, uno de los dos títulos más operados en el llamado dólar MEP, las operaciones en pesos alcanzaron ayer los $ 180 millones; y en dólares, los u$s 3,5 millones.

El veranito financiero de esta semana ya le permitió al Central sumar u$s 122 millones a sus reservas, que ayer quedaron en los u$s 30.647 millones. El cambio de tendencia llegó inmediatamente después de que las cerealeras empezaran a liquidar, en cuotas, las divisas pedidas por el Central. Las compañías del sector ya liquidaron u$s 156 millones en una semana; esto es, concretamente, un 10% del total prometido (u$s 1.500 millones). A cambio, el organismo les entrega diariamente letras en pesos, por las que ya se endeudó con ellas en casi $ 1.000 millones; y que deberá devolver dentro de los tres o seis meses próximos a una tasa anualizada del 3,6% más la devaluación (aproximadamente un 38% anual).

Hay, con esto, divisas aseguradas para que el mercado cambiario pase el año nuevo en paz. Pero en los bancos creen que el buen humor podría terminarse dentro de poco. La misma "suba estacional" que complicó el verano 2013 de Marcó del Pont podría volver a interrumpir el "descanso" de Juan Carlos Fábrega. En el sector no dejan de insistir sobre la "finitud" de este aporte de las cerealeras: "Estamos dándole aire a una rueda de auto que tenemos pinchada", ilustraba en estos días, a este diario, el responsable de una mesa de dinero de un banco local. La buena voluntad sojera podría terminar en el mismo momento en que el "blue" empiece a verse más presionado por la menor necesidad de pesos y las vacaciones de los argentinos en el exterior. Habrá que prestar atención, según recomiendan en algunas mesas de dinero, a la segunda quincena de enero.

Ignacio Olivera Doll
Nota en Ámbito Financiero

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