En un comunicado difundido ayer, el BCRAaseguró que entre julio y octubre las entidades volcaron ya el 50% de los créditos al sector productivo que los obligó a colocar el Gobierno a tasas del 15% anual. La mitad -siempre según el ente oficial- tuvo como destino una Pyme
Los créditos destinados al sector productivo que impuso
Cristina a todos los bancos, de manera compulsiva, tomaron una dinámica en los
últimos meses que sorprendió a los propios ejecutivos del sector. La percepción
era, a principios de año, que la obligación de colocar $ 15.000 millones a
empresas a una tasa fija del 15% anual (o, al menos, tenerlos acordados antes
de fin de año), se volvería imposible de cumplir en el plazo previsto por el
Gobierno por la caída en la actividad y la enorme informalidad de las compañías argentinas (en especial, las
Pymes). Pero los números oficiales, revelados ayer por el Central, alcanzaron a
demostrar que la colocación lleva, al menos por ahora, un buen ritmo en la
mayoría de las entidades del sistema.
Sólo entre julio y octubre pasado, las entidades financieras habrían desembolsado un monto equivalente a aproximadamente el 50% de los créditos a colocar ($ 14.900 millones), aseguró el Banco Central en el informe monetario mensual. Y que el total desembolsado (unos $ 7.500 millones) se distribuyó en partes similares entre grandes empresas y MiPyMEs. El sector que más créditos recibió fue el industrial, que concentró el 30% de las financiaciones; seguido por el comercial, con el 23%, completó.
Las cifras muestran, al menos por ahora, que la presión que se esmeró en hacer sentir el Gobierno sobre los banqueros, con llamados y mensajes periódicos desde el Banco Central y reclamos de la propia Cristina Kirchner, ayudó a paliar en estos meses lo que podría haber sido un fuerte desplome en el crédito para empresas.
La normativa oficial los obligó a financiar a las empresas con al menos el 5% de sus depósitos en pesos, y a una tasa del 15% anual. El tiempo que se les fijó para tenerlos acordados fue de seis meses (hasta el 31 de diciembre próximo); y para desembolsarlos, de 12 meses (hasta el 30 de junio de 2013). Con todo, los resultados en el sistema parecen, por ahora, heterogéneos: mientras algunos confían en cumplir con el monto establecido en el plazo determinado y otros esperan sobrecumplirlo; hay todavía algunas entidades que lo ven prácticamente imposible.
Sólo entre julio y octubre pasado, las entidades financieras habrían desembolsado un monto equivalente a aproximadamente el 50% de los créditos a colocar ($ 14.900 millones), aseguró el Banco Central en el informe monetario mensual. Y que el total desembolsado (unos $ 7.500 millones) se distribuyó en partes similares entre grandes empresas y MiPyMEs. El sector que más créditos recibió fue el industrial, que concentró el 30% de las financiaciones; seguido por el comercial, con el 23%, completó.
Las cifras muestran, al menos por ahora, que la presión que se esmeró en hacer sentir el Gobierno sobre los banqueros, con llamados y mensajes periódicos desde el Banco Central y reclamos de la propia Cristina Kirchner, ayudó a paliar en estos meses lo que podría haber sido un fuerte desplome en el crédito para empresas.
La normativa oficial los obligó a financiar a las empresas con al menos el 5% de sus depósitos en pesos, y a una tasa del 15% anual. El tiempo que se les fijó para tenerlos acordados fue de seis meses (hasta el 31 de diciembre próximo); y para desembolsarlos, de 12 meses (hasta el 30 de junio de 2013). Con todo, los resultados en el sistema parecen, por ahora, heterogéneos: mientras algunos confían en cumplir con el monto establecido en el plazo determinado y otros esperan sobrecumplirlo; hay todavía algunas entidades que lo ven prácticamente imposible.
Ignacio Olivera Doll
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