miércoles, 6 de noviembre de 2013

Urgido por dólares, el BCRA pone trabas a cerealeras

Les prohibió tomar préstamos en pesos para que se vean obligadas a traer divisas del exterior y nutrir las reservas

Con el apuro por evitar que se profundice aún más la pérdida de divisas que lo afecta desde principio de año, y frenar una escalada de tasas de interés que puede poner en riesgo la actividad, el Central prohibió ayer a las siete principales cerealeras del país tomar crédito en pesos de bancos locales para que se vean obligadas a traer dólares del exterior y lo ayuden, así, a recomponer sus reservas.

El organismo esperaba recibir el último mes unos u$s 600 millones que, decía, le habían prometido tomar las grandes compañías del sector en el exterior; y unos u$s 2.000 millones, aproximadamente, antes de fin de año. Pero el compromiso pareció demorarse tanto que, a fin de octubre, el stock de líneas comerciales del exterior en todo el sistema financiero llegó a aumentar apenas u$s 25 millones (según datos del BCRA).

Ansioso por las divisas prometidas, el Central decidió ayer imponerles a las compañías una novedosa traba para que se vieran obligadas a abastecerse de financiamiento externo. La normativa A 5493, aprobada por el directorio limitó a los bancos locales a poder destinar solamente el 0,3% de su capacidad prestable a aquellas compañías que tuvieran un 75% de su producción exportable y un saldo de deuda de $ 200 millones. Los parámetros apuntaron a desplazar de este financiamiento a las siete mayores cerealeras.

Al Central le preocupaba en estos meses que esas empresas hubieran cancelado, a lo largo de este año, unos u$s 2.000 millones de préstamos del exterior por temor a que una devaluación incrementara sus compromisos financieros en el futuro y también que los hubieran reemplazado simultáneamente con $ 11.000 millones de préstamos de bancos locales. El comportamiento de este grupo de compañías afectó directamente el stock de reservas del Central porque le impidió comprar esos dólares en el mercado cambiario y provocó, a la vez, algunas distorsiones adicionales en el sistema financiero al elevar las tasas de interés quitarle financiamiento al resto de las empresas.

El organismo pretendió entonces que las exportadoras dejaran de tomar préstamos en pesos del sistema bancario y volvieran a financiar sus inversiones con líneas del exterior. El propósito, según dijeron, es doble: lograr que ingresen divisas al país para nutrir de ese modo las reservas del Banco Central, y desplazarlas del mercado local de crédito bancario en pesos, en el que este año ganaron más protagonismo, para aliviar la demanda de liquidez y evitar una estampida de las tasas de interés.

La caída de reservas ya se ubica en los u$s 500 millones por semana. Sólo ayer, el Central perdió unos u$s 100 millones más, que dejaron el stock en los u$s 33.121 millones (ver pág. 5). Si se considera que actualmente, unos u$s 2.200 millones constituyen un préstamo contraído por el organismo oficial con una entidad bancaria del exterior, ese stock ya se ubica más cercano a los u$s 31.000 millones. El escenario empieza a complicarse para quienes ven en los u$s 20.000 millones un piso psicológico, que reduciría al mínimo el "poder de fuego" del Banco Central y que podría llegar a ocurrir antes de 2015.

Por si pareciera poco, la liquidez de los bancos también empezó a crujir desde hace meses: se disparó hasta 20% la tasa que pagan las entidades para tentar a los ahorristas a dejar su dinero en las sucursales; y se encareció hasta 400 puntos básicos el costo de los créditos en pesos que toman los individuos y las empresas. Ayer, precisamente, la tasa de los préstamos a cortísimo plazo que toman las compañías de primera línea (el call money) saltó del 13% al 16,5% anual y volvió a mostrar que, al menos por ahora, el mercado sobrerreacciona ante una liquidez cada vez más escasa. Los depósitos crecen hoy muy por debajo de los préstamos; e incluso, por primera vez, debajo del ritmo de expansión que el Central le da a todo el dinero de la economía. El motivo: una devaluación esperada por los ahorristas que hace ver con mejores ojos las opciones de ahorro dolarizadas.

Ignacio Olivera Doll
Nota en Ámbito Financiero

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