jueves, 20 de febrero de 2014

El BCRA fortalece sus reservas con u$s 1.550 M de los bancos

Son divisas que ya contabilizaba dentro del stock, pero que no podía utilizar ante una corrida La estrategia que puso en marcha Juan Carlos Fábrega para frenar la hemorragia de divisas le permitió fortalecer las reservas, en dos semanas, con unos u$s 1.550 millones en efectivo que eran propiedad de los bancos y que, si bien ya contabilizaba en su stock, jamás hubiera podido utilizar para responder a una eventual corrida cambiaria. El organismo adquirió esta cantidad de dólares tras la sorpresiva comunicación oficial que el 5 de febrero pasado limitó la tenencia de moneda extranjera de las entidades financieras y las obligó a desarmar posiciones y liquidar forzosamente sus divisas.
Logró con esto encontrar mayor oferta en el mercado cambiario para nutrir sus llamadas "reservas netas", que son las que surgen de restar los depósitos en dólares de los bancos del stock informado todos los días (las "reservas brutas", ayer en u$s 27.770 millones); y que pasaron de los u$s 17.000 millones, el 4 de febrero, a los u$s 18.600 ayer. Son, en rigor, los activos que efectivamente tiene el BCRA para responder a la demanda de divisas del sector privado y que representan su verdadero "poder de fuego" ante el mercado. El mecanismo no sirvió para mejorar (al menos directamente) las "reservas brutas", porque supuso lisa y llanamente un "pasaje de manos": una venta de divisas que, aún siendo propiedad de los bancos y formando parte del pasivo del organismo, ya estaban encajadas en una cuenta de la entidad oficial y eran informadas como parte de su activo. Pero pudo tener, aún así, un aporte indirecto en este stock: limitar enormemente la demanda diaria que ejercían los bancos en el mercado cambiario y permitir al Central, de este modo, sumar otros u$s 160 millones en estas últimas dos semanas. Las "reservas netas" llegaron ayer a u$s 18.600 millones. Desde el 5 de febrero último, cuando se puso en marcha la comunicación, el Central logró comprar un promedio de u$s 140 millones diarios a través del mercado electrónico de pago. El mecanismo tiene, como toda buena idea, un costado negativo, por dos factores. El primero: si bien nutre las reservas de las que puede disponer el Central y mejora en parte su balance porque disminuye sus pasivos en dólares, debilita al mismo tiempo la solvencia del sistema financiero, porque deja a los bancos notablemente más expuestos a una devaluación; el segundo: que contribuye a aumentar los pasivos en pesos del organismo (el llamado déficit cuasifiscal") e incrementa sus esfuerzos para evitar que su emisión genere consecuencias no deseadas sobre la inflación y el dólar paralelo. Cada vez que el Central compra divisas vía "MEP", se ve obligado a expandir la liquidez del sistema. En estos días debió dejar como contrapartida a los bancos $ 12.245 millones. Su absorción en las licitaciones de deuda ($ 16.000 millones) alcanzó a más que compensar el tamaño de aquella emisión. Pero encontró en las compras vías "MEP" un impedimento para retirar pesos, en un momento en que el principal objetivo es "secar la plaza" para evitar presión sobre precios. y dólar. Ignacio Olivera Doll Nota en Ámbito Financiero

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